El aprendizaje de
la ortografía y la semántica dentro de la asignatura de Lengua en los cursos de
Educación Primaria, es el más tedioso y aburrido para los niños.
Tradicionalmente se enseña en base a reglas a memorizar que se estudian para un
momento determinado y después se olvidan. Para que se dé un aprendizaje
significativo hay que intentar que los alumnos interioricen significados y que
reconozcan visualmente una falta de ortografía. Para ello, lo ideal es fomentar
la atención y la memoria visual.(i)
Tabla Periódica ortografía(Juan Romeu Fernández) |
En el presente
trabajo vamos a plantear dos
actividades, una para trabajar la ortografía y otra para trabajar la semántica
o vocabulario, tratando en ambos casos de fomentar esa atención y ese anclaje
del conocimiento a conocimientos previos.
ACTIVIDAD PARA TRABAJAR LA ORTOGRAFÍA: El dictado Rayo(i)
Esta actividad
será dirigida a niños de Tercero de Primaria, en base a lo establecido en el
curriculum de la Comunidad de Madrid que indica que los alumnos de estos cursos
deben aplicar correctamente “las reglas ortográficas aprendidas” en palabras de
uso frecuente(ii).
Preparación
Los objetivos
específicos serán:
Que los alumnos
escriban correctamente palabras de uso frecuente que contengan la B y la V.
Que los alumnos
sean conscientes del objetivo de la actividad y de su propio aprendizaje.
El material
necesario:
El maestro
preparará para la sesión en clase un conjunto de 15 fichas de gran formato en
las que habrá escritas palabras que contienen la B, la V o ambas.
La forma de
llevarlo a cabo:
Se llevará a cabo
en gran grupo: el maestro mostrará las palabras una a una durante dos segundos
a toda la clase y cada niño deberá escribir la palabra que haya leído en una
hoja. Es importante mostrar la palabra durante poco tiempo para fomentar la
atención en la actividad.
Puesta en
práctica:
Lo primero será
preguntar a los niños algunas palabras con B y otras palabras con V para
detectar si se confunden mucho o si las utilizan correctamente la mayor parte
de las veces.
Tras esta evaluación
previa, explicaremos a los alumnos en qué consiste la actividad: “Atended, este
es un juego en el que es importante estar muy atentos. Voy a ir sacando de este
sobre fichas con palabras escritas, os las voy a enseñar durante sólo dos
segundos y las tenéis que ir escribiendo en una hoja.”
Para jugar un
poco con un cierto grado de competitividad que pueda dar algo de motivación
extra, podemos recoger todas las hojas de la clase y entre todos ver el número
de fallos totales de la clase. Se puede realizar la misma actividad en otra
clase del mismo nivel y realizar así una pequeña “competición”: ¡A ver qué
clase ha cometido menos fallos!
Esto último puede
realizarse siempre y cuando veamos que es algo factible y que por el carácter del
alumnado se va a tomar como un juego y no va a generar conflictos.
Antes de realizar
la actividad se hará una demostración con algún alumno para que quede claro en
qué consiste.
Entre la
preparación y la puesta en práctica, esta actividad puede llevarse a cabo en 30
minutos aproximadamente.
ACTIVIDAD PARA TRABAJAR LA SEMÁNTICA: El juego del diccionario(i)
Esta actividad
será dirigida también a niños de Tercero de Primaria en base a lo establecido
en el curriculum de la Comunidad de Madrid que indica que los alumnos de estos
cursos deben habituarse al uso del Diccionario (ii). Tercero de Primaria es el
primer curso de la etapa en la que se introduce el uso de esta herramienta y creo que esta actividad es una buena manera de hacerlo.
El manejo del
diccionario, además, no sólo sirve para encontrar definiciones de palabras,
sino también para que los niños trabajen la clasificación de palabras por orden
alfabético.
Preparación
Los objetivos
específicos serán:
Que los alumnos aprendan
a utilizar el diccionario.
Al igual que en
la actividad de ortografía, que los alumnos sean conscientes del objetivo de la
actividad y de su propio aprendizaje.
El material
necesario:
Harán falta diccionarios
(al menos 5).
La forma de
llevarlo a cabo:
Se llevará a cabo
en pequeños grupos de cuatro alumnos: el maestro seleccionará 5 palabras poco
comunes y las escribirá en la pizarra. Cada grupo deberá escribir de forma
conjunta una posible definición de lo que la palabra significa. El profesor
dejará que los alumnos dialoguen e intervendrá en aquellos casos en los que
observe que un equipo se bloquea a la hora de dar una definición, o que en un
equipo hay algún niño que no participa o que participa demasiado eclipsando al
resto.
Puesta en práctica:
Lo primero será
preguntar a los niños si conocen el diccionario y detectar si saben clasificar
las palabras por orden alfabético, o no. Obviamente, si el maestro se da cuenta
de que los niños no tienen desarrollada esta destreza no podrá llevar a cabo
esta actividad. También les preguntará acerca de lo que es “una definición”,
poniendo algunos ejemplos prácticos.
Tras esta evaluación
previa, explicaremos a los alumnos en qué consiste la actividad: “Ahora que
todos sabemos lo que es un Diccionario de verdad… Nosotros vamos a hacer un
Diccionario de disparates. Os pondréis en grupos de cuatro, yo os diré algunas
palabras y vosotros tenéis que poneros de acuerdo para escribir una definición
de las palabras. Cuando hayáis terminado, las vais a buscar en el diccionario
para comprobar si la definición que habéis dado es correcta o es un disparate.
Haremos luego una puesta en común y veremos qué equipo se ha acercado más al
significado real de la palabra y qué equipo ha dado la definición más
disparatada”.
En esta actividad
hay un importante componente lúdico. Se pretende que los alumnos recuerden el significado
real en contraposición con sus propios disparates a través de la risa.
El desarrollo de
esta actividad, entre explicación y puesta en marcha, puede fácilmente durar
una sesión completa de 45 ó 50 minutos.
Evaluación de ambas actividades
Para evaluar las
actividades, en ambos casos realizaremos a los niños algunas preguntas:
¿A alguien le ha
parecido muy difícil? ¿Por qué?
¿A quién le ha
parecido fácil? Cuéntanos si has utilizado alguna estrategia
¿Creéis que esta
actividad sirve sólo para divertirse? ¿Estamos aprendiendo algo?
¿Queréis repetir
la actividad en alguna que otra ocasión?
Con estas
preguntas podemos detectar no sólo el nivel de motivación de los alumnos por la
actividad, sino también qué nivel de “metacognición” han adquirido, es decir,
si son conscientes o no de lo que están aprendiendo y si son capaces de
detectar sus propias estrategias para la adquisición del conocimiento. Para
esto es importante sobre todo pedirles que expresen “Cómo lo han hecho”, en qué
se han fijado. Para llegar al “aprender a aprender” es imprescindible que los
alumnos verbalicen este tipo de cosas. La metacognición es una capacidad innata
en el ser humano y nos permite no sólo comprender y ser conscientes de nuestros
propios pensamientos sino también ser conscientes de los pensamientos de los
demás y enjuiciar la realidad (iii).
He elegido como curso diana a Tercero de Educación Primaria, porque en este curso los niños aun son tremendamente participativos y entusiastas y suele darse en este nivel, que supone un cambio de ciclo, una cierta pérdida de motivación por la escuela. Es un hecho que muchos colegios es a partir de este curso cuando disminuyen los "juegos" para empezar a "impartir materia" y considero que las actividades expuestas tienen un componente de juego con la lengua que les podría resultar muy motivador.
Bibliografía
(i)Didáctica de
la Lengua española_teoría (Irune Labajo)
Perfecto.
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