La Didáctica de la Lengua engloba aspectos
clave para la formación de los niños: Hablar, leer y escribir.
Saber expresarse correctamente tanto de forma
oral como por escrito y comprender bien lo que se lee, son cosas básicas para
el aprendizaje de otras materias. Me gusta imaginármelo como las raíces de un
árbol: cuanto más robustas sean, mejor y más fuerte crecerá.
Estos tres aspectos no sólo son esenciales,
bajo mi punto de vista, para el éxito en otros aprendizajes, sino que además
creo que nos ayudan al desarrollo como personas, a conectar con lo que nos
rodea y diría que a desarrollar un nivel adecuado de asertividad y de
autoestima.
El desarrollo de la comunicación, entendiendo
que comunicación es tanto hablar y escribir como escuchar y leer, tiene un
papel fundamental en la Educación Primaria. Salvo la parte de sintaxis, en la
que ya hay contenidos o mejor dicho “conceptos” nuevos que los niños deben
trabajar, la parte de la Lengua que considero clave no contiene información a
memorizar sino que se trata de desarrollar destrezas que servirán de base para
todo lo demás.
Las generaciones actuales tienen tanta
información como quieran tener. Ya no es necesario desplazarse a una biblioteca
para buscar contenidos y a los alumnos cada vez más les desmotivan las clases
magistrales, porque saben que lo que cuenta el maestro lo pueden encontrar en
google ¿Entonces, cual es el papel del profesor? Bajo mi punto de vista esto supone
un reto gigantesco porque lo que hay que hacer ahora es conseguir que los
alumnos se interesen por los contenidos por sí mismos. Si no se consigue esto,
¿qué sucederá con el conocimiento?, ¿qué sucederá con la investigación?
Menciono esto porque es muy difícil que los
niños se interesen, por ejemplo, por la vida en los océanos, si cuando cogen un
sencillo texto sobre peces de río son incapaces de comprender bien lo que leen.
O es muy difícil que puedan redactar un trabajo sobre el aparato locomotor, si
cuando tienen que escribir sobre su mascota no saben ni por dónde empezar.
Por lo tanto, el verdadero trabajo en Primaria
creo que está, por un lado en hacer que los niños se interesen por lo que les
rodea y por el conocimiento (MOTIVACIÓN) y por otro lado en favorecer en ellos
el desarrollo de los distintos aspectos que configuran la capacidad
comunicativa (LENGUAJE).
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En el primer bloque de didáctica de la Lengua
el reto es planificar una actividad que ayude a los alumnos a desarrollar su
comunicación oral.
La manera de comunicarse, de saber elegir las
palabras adecuadas a cada contexto y el saber ordenar las ideas para
transmitírselas a los demás me parece una competencia clave y también un talón
de Aquiles de nuestra educación. Y creo además que no es un talón de Aquiles en
el contexto actual, sino que siempre lo ha sido.
En mi infancia no recuerdo apenas que se
generaran en el aula situaciones para la expresión oral. Es más, creo que lo
que se intentaba es que los niños hablásemos lo menos posible. En ese sentido
creo que las escuelas actuales han cambiado y se da a los niños más
oportunidades de participación. Pero sí es cierto que el tiempo que se dedica a
desarrollar la comunicación oral sigue siendo muy escaso.
Además de esta carencia, una característica
que encuentro a los niños actualmente y que no recuerdo en mi infancia (aunque
es posible que muchas cosas se me olviden o las recuerde distorsionadas por el
tiempo) es la dificultad que tienen muchos alumnos para cambiar de registro
según la situación en la que se encuentran. Es muy común, si observamos a los
niños, que se expresen de la misma manera cuando están exponiendo un trabajo en
clase o participando en un coloquio que cuando están en el patio con sus
amigos. Creo que saber expresarse según la situación, el elegir las
palabras y el tono adecuados según el contexto, es algo que debemos fomentar en
los niños y hay múltiples actividades que se pueden realizar en el aula para
ello.
Considero que lo más dificultoso dentro del
desarrollo de actividades de expresión oral en el aula es cómo manejar la
situación con alumnos especialmente tímidos, o con alumnos disruptivos. Cómo
motivar a los primeros y animarlos a participar y cómo intentar que los
segundos permitan que la actividad prospere y aporte a todos es tarea del
maestro y es algo que debe tener en cuenta a la hora de diseñar dinámicas de
grupo.
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El segundo bloque de la asignatura nos
centramos en la comunicación escrita. Y dentro de esta, en la lectura,
entendiendo que estamos trabajando la lectura no como un elemento de ocio o
divertimento sino como herramienta en sí o como un aspecto a trabajar de manera
independiente.
Al realizar este año mis prácticas en una
clase de 5º de Primaria, he podido observar las grandes dificultades que tienen
muchos niños al afrontar tareas de comprensión lectora. A algunos alumnos les
costaba muchísimo entender textos muy sencillos y no era porque el vocabulario
fuera complicado… Les costaba interpretar a veces la ironía, adivinar el estado
anímico de los personajes o interpretar algún salto en el tiempo.
Dentro las sesiones de Lengua la profesora
debía dedicar muchas a contenidos de gramática y sintaxis y en otras
realizábamos talleres de expresión oral, lectura y escritura. Los talleres me
parecían adecuados pero: ¿era este trabajo suficiente para los alumnos a los
que más les costaba?
En el estudio de la asignatura hemos visto
cómo es claramente diferente la lectura en voz alta a la lectura silenciosa
porque el mecanismo neurológico que se activa es distinto en ambos casos. Esto
no se tenía en cuenta en estos talleres y no se trabajaba la fluidez en la lectura
silenciosa, cosa que sabemos que favorece la comprensión lectora. La fluidez a
la hora de leer, hace que no tengamos que detenernos tanto en descodificar y
podamos invertir más “energía mental” en COMPRENDER.
En esta asignatura hemos visto muchas actividades
para favorecer la agilidad visual y desarrollar así la fluidez a la hora de
leer. Pero me surgen muchas dudas acerca de cómo ayudar a los alumnos en su
lectura silenciosa como futura maestra. En mi actividad propuse dejar tiempo
suficiente a los niños y evitar que aquellos movieran los labios o señalaran
con el dedo lo que iban leyendo lo hicieran pero: ¿evita esto que su manera de
leer en silencio sea como si leyeran en voz alta?
Las actividades propuestas por la herramienta
Havilect, me han parecido utilísimas para desarrollar la agilidad visual y creo
que su uso en el aula podría resultar muy divertido para los alumnos.
Para mí el reto fundamental es la distribución
del tiempo. Si el maestro tiene que trabajar la comprensión lectora, la
expresión oral, la escritura y además los niños tienen que hacer análisis
sintácticos: ¿cuánto tiempo se podría dedicar a actividades que fomenten la
agilidad visual?
Es tarea del maestro observar detenidamente
cuales son los puntos fuertes y las debilidades de un grupo concreto y decidir
así qué es lo más adecuado en cada momento.
Otra de las cosas que creo que se debe
trabajar en el aula, es la atención. Existen muchísimos juegos que favorecen la
atención y es una de las cosas que he aprendido de la profesora con la que he
realizado las prácticas, que tenía un largo catálogo de juegos para practicar.
De nuevo el problema era el tiempo, pero ella sacaba el jugo a toda la jornada
lectiva y practicaba los juegos de forma habitual tras las asambleas de los
viernes o en los tiempos de espera en los que los niños se ponían especialmente
inquietos, por ejemplo cuando esperaban a que llegara la profesora de Educación
Física, cuando esperaban a que un grupo de compañeros terminaran alguna
actividad o incluso en el autocar a la ida o la vuelta de una excursión
escolar.
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Esto me hacía reflexionar sobre el papel del
docente: no se termina cuando concluye una sesión determinada, sino que un
verdadero profesional se involucra en el aprendizaje de sus alumnos a tiempo
completo.
En el tercer bloque, continuamos con la
expresión escrita para centrarnos esta vez en la escritura. Considero esta
parte de la asignatura como una de las más versátiles y divertidas a la hora de
trabajar con los niños, a la vez que creo que goza de una transversalidad
utilísima: podemos trabajar de una u otra forma la competencia escritora en
todas las materias de la primaria.
Saber expresarse a través de un texto es, al
igual que la competencia oral, algo fundamental en la formación de nuestros
alumnos. Tiene dos partes diferenciadas: la caligrafía (letra, limpieza de los
textos) y la escritura a nivel funcional (coherencia de los textos, éxito en la
transmisión del mensaje deseado). Ambas cosas son importantes.
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En cuanto al trabajo de la escritura funcional
hay múltiples dinámicas y actividades que se pueden realizar durante el horario
lectivo, pero me resulta mucho más complicado el trabajo de la caligrafía.
La tarea que hemos tenido que preparar se
centraba precisamente en esto: la letra. En mi opinión no es posible atender a
niños que presentan dificultades con la caligrafía de la forma que merecerían
durante el horario lectivo, es decir, es muy complicado prestar la atención
necesaria a esos casos cuando hay que impartir clase a un grupo de 25. Por eso
en estos casos creo que va a ser fundamental el trabajo extra en casa y como
reflexión ante la tarea que hemos tenido que realizar me gustaría puntualizar
que no veo la manera de solicitar al alumno que haga una tarea en casa y que a
la vez esa tarea no sean deberes añadidos.
En el cuarto Bloque de la asignatura nos
adentramos en lo que en el curriculum se denomina “Conocimiento de la Lengua”,
centrándonos en la Ortografía y en la Semántica, que realmente son cosas que
deberían trabajarse de manera conjunta, puesto al adquirir vocabulario y
conocer nuevas palabras no sólo adquirimos su significado, sino que también
aprendemos la manera correcta en que se escriben y en que se leen. Es en este
bloque en el que, bajo mi punto de vista, es posible que los alumnos empiecen a
perder el interés. Sin embargo, creo que en este campo se pueden introducir
actividades muy divertidas y que es un área que puede dar mucho juego y que se
puede integrar, además, dentro del trabajo de expresión oral y expresión
escrita. No todo tiene porqué ser compartimentado, considero que la Lengua se
debe trabajar como un todo.
Podría extender esto de que los alumnos se
comienzan a desmotivar también al adentrarnos en el último bloque de la
asignatura, que es el de morfología y sintaxis. Este es, bajo mi punto de
vista, el contenido más difícil de trabajar con los niños de primaria sobre
todo porque considero que incluso en sexto de Primaria muchos de los niños no
tienen la madurez suficiente como para interiorizar conceptos tan abstractos
como la elipsis y el complemento circunstancial. Creo que incluir el análisis
morfológico y sintáctico a estos niveles está fuera de lugar y que el
aprendizaje de la Lengua durante la Primaria debería centrarse en que los niños
escriban correctamente (tanto en legibilidad como en ortografía) y en que lean
correctamente y tengan una buena comprensión lectora.
Se me ocurre extrapolar los contenidos de
morfología y sintaxis a mi propia
experiencia en el aprendizaje del Inglés. En las clases de inglés todo me ha
resultado siempre muy motivador y divertido siempre y cuando se tratase de
Speaking, Fluency, Listening… Pero todo se volvía gris cuando llegábamos a
Grammar. Incluso en las actividades más lúdicas era un aspecto que, aunque se
me daba bien, me resultaba aburrido. Por eso creo que es importante que las
actividades destinadas a trabajar este tipo de componentes o de aspectos de la
Lengua se encuadren dentro de un contexto significativo para los alumnos, es
decir, que sean actividades integradas dentro de “algo más” que resulte
cercano. Esto para mí es lo más difícil y a la vez lo más retador de este
bloque como futura maestra.
Como conclusión final tras haber trabajado los
distintos bloques de la asignatura, creo que lo que llevo con más ilusión es la
cantidad de recursos que hemos recopilado y la sensación de que la enseñanza de
la Lengua puede ser algo que vertebre los contenidos de todas las asignaturas.
Hay tal cantidad de recursos, de juegos y de estrategias para trabajar la
Lengua, que creo que como futura maestra seré capaz de incorporar esta materia
a las clases de Ciencia, de Historia, de Plástica, de Matemáticas o de Valores.
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BIBLIOGRAFÍA
Didáctica de la Lengua Española_teoría (Irune Labajo)
Pulgarcita (Michel Serres)